Según cuenta la historia en el año 527 después de Cristo un monje budista de la India llamado Bodhidarma o Ta Mo, introdujo en China el conocimiento de los Tres Sutras o escrituras y viajó por todo el país estableciéndose finalmente en el Templo Shaolín, en la provincia de Henan. Se dice que se sentó frente a la pared de su cueva en retiro. Meditó durante 9 años en silencio, buscando la iluminación y convirtiéndose en el fundador del Budismo.
Durante estos años de meditación, Ta Mo descubrió que la falta de movimiento del cuerpo y miembros, durante un largo período de tiempo, más el frío y viento alrededor de su retiro montañoso, habían causado fatiga, achaques y dolencias corporales. Sus discípulos también sufrían los mismos achaques, y a menudo, dormitaban durante la meditación. Ta Mo reunió una serie de ejercicios, basados parcialmente en el Yoga Budista, parcialmente en artes de mantenimiento de salud, ya existentes, y además en su propia observación del comportamiento de los animales en la naturaleza. El ejercicio que transmitió fue conocido como "Las 18 Manos de Luohan". Estos ejercicios se idearon para combatir estos obstáculos, a la vez de mantenerse saludable y fuerte para poder defender al grupo contra los bandidos y guerrilleros y las bestias salvajes.
El Luohan qigong, es el punto de origen, el patrón desde donde otras artes marciales han surgido. De este modo el sistema ideado por el fundador del Busidmo Zen en China Bodhidarma, repercutió sobre sus discípulos y ayudó para mantener a sus discípulos saludables y energéticos para que pudieran dirigir toda su energía y fuerza vital hacia la búsqueda del camino Interior deseado.
Parece una contradicción que un grupo de monjes budistas que viven una vida contemplativa, también sean conocidos por su pericia en las artes de la lucha. La razón hay que buscarla en los tiempos antiguos cuando el poder imperial era débil y corrupto; las bandas de bandidos aterrorizaban a la población y el pueblo se convirtió en víctima de la opresión y la injusticia. Sobre los monjes recayó la responsabilidad de ser defensores de la justicia y protectores del pueblo. Con frecuencia, los que se indisponían con los funcionarios corruptos buscaban asilo en el templo y hacían los votos de monje. Algunos de ellos eran expertos en las artes marciales. De esta forma aumentaron las habilidades de los monjes Shaolín, que aportó un conocimiento más rico sobre la lucha y la estrategia contra los bandidos y asaltadores.
Hace doscientos años, el emperador Ching se sintió tan atemorizado por el poder de los monjes del Templo de Shaolín que ordenó su destrucción quemándolo y matando a todos sus líderes en el templo. Choy Fook, uno de los monjes supervivientes, huyó a la provincia de Kwangtung en el sur de China. Se retiró en las montañas de Law Fo Shan y pasó su vida como un ermitaño llevando una vida tranquila para no ser descubierto por los soldados del emperador. Es ahí donde Chan Heung (1806 - 1875) busca al monje Choy Fook, en su retiro en las montañas de Law Fo Shan, y le pide ser su discípulo. Choy Fook enseñó a Chan Heung todo el sistema del Kung-Fu Shaolín, así como el extraño conjunto de las 18 manos de Luohan Kung cuyo conocimiento era muy apreciado por los discípulos de Shaolín.
Durante estos años de meditación, Ta Mo descubrió que la falta de movimiento del cuerpo y miembros, durante un largo período de tiempo, más el frío y viento alrededor de su retiro montañoso, habían causado fatiga, achaques y dolencias corporales. Sus discípulos también sufrían los mismos achaques, y a menudo, dormitaban durante la meditación. Ta Mo reunió una serie de ejercicios, basados parcialmente en el Yoga Budista, parcialmente en artes de mantenimiento de salud, ya existentes, y además en su propia observación del comportamiento de los animales en la naturaleza. El ejercicio que transmitió fue conocido como "Las 18 Manos de Luohan". Estos ejercicios se idearon para combatir estos obstáculos, a la vez de mantenerse saludable y fuerte para poder defender al grupo contra los bandidos y guerrilleros y las bestias salvajes.
El Luohan qigong, es el punto de origen, el patrón desde donde otras artes marciales han surgido. De este modo el sistema ideado por el fundador del Busidmo Zen en China Bodhidarma, repercutió sobre sus discípulos y ayudó para mantener a sus discípulos saludables y energéticos para que pudieran dirigir toda su energía y fuerza vital hacia la búsqueda del camino Interior deseado.
Parece una contradicción que un grupo de monjes budistas que viven una vida contemplativa, también sean conocidos por su pericia en las artes de la lucha. La razón hay que buscarla en los tiempos antiguos cuando el poder imperial era débil y corrupto; las bandas de bandidos aterrorizaban a la población y el pueblo se convirtió en víctima de la opresión y la injusticia. Sobre los monjes recayó la responsabilidad de ser defensores de la justicia y protectores del pueblo. Con frecuencia, los que se indisponían con los funcionarios corruptos buscaban asilo en el templo y hacían los votos de monje. Algunos de ellos eran expertos en las artes marciales. De esta forma aumentaron las habilidades de los monjes Shaolín, que aportó un conocimiento más rico sobre la lucha y la estrategia contra los bandidos y asaltadores.
Hace doscientos años, el emperador Ching se sintió tan atemorizado por el poder de los monjes del Templo de Shaolín que ordenó su destrucción quemándolo y matando a todos sus líderes en el templo. Choy Fook, uno de los monjes supervivientes, huyó a la provincia de Kwangtung en el sur de China. Se retiró en las montañas de Law Fo Shan y pasó su vida como un ermitaño llevando una vida tranquila para no ser descubierto por los soldados del emperador. Es ahí donde Chan Heung (1806 - 1875) busca al monje Choy Fook, en su retiro en las montañas de Law Fo Shan, y le pide ser su discípulo. Choy Fook enseñó a Chan Heung todo el sistema del Kung-Fu Shaolín, así como el extraño conjunto de las 18 manos de Luohan Kung cuyo conocimiento era muy apreciado por los discípulos de Shaolín.
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